Cerca del suelo, en uno de los ensayos, le pregunté a Shmuel si podría desarrollar un movimiento en un tiempo determinado. Despues de identificar la acción , dijo ,que eso era una reacción involuntaria, algo que no podía controlar. Le pregunté si podría intentar trasformar lo involuntario en voluntario. Shmuel dijo que lo intentaría.
Este momento es el punto de inicio de una búsqueda de lógicas fisicas, necesidades y soluciones . Una vez lo involuntario es aceptado intencionadamente (una vez nos reapropiamos de lo involuntario se convierte en voluntad, intención y ), comienza a emerger la coreografía, como consecuencia de la necesidad de dar forma un mundo cuyas reglas se ajusten a las necesidades de cada uno.
Cuando me llamaron de Vertigo Dance Company para invitarme a crear una pieza con bailarines profesionales y con diversidad funcional, mis primeros pensamientos fueron todas aquellas cosas que no podrían hacerse.
¿Cómo proponer ideas y movimientos, cuando los intérpretes no pueden realizar acciones de la forma en que estoy acostumbrado?
Como coreógrafo suelo estar inmerso en procesos creativos también con gente amateur y no profesionales. Y sin embargo, la propuesta de embarcarme en una experiencia artística con personas, algunas de las cuales no pueden caminar, me planteaba un serio desafío y esto me llevó a hacer un experimento inicial en un taller al que invitamos a los participantes del proyecto.
Este taller terminó siendo la llave de una puerta mágica. No había pasado ni una hora, y los pensamientos de integración, sociedad e igualdad dieron paso a la fascinante revelación de una variedad y riqueza física, que abría posibilidades para la investigación de las formas, las calidades y el movimiento.
Estaba claro que esto era pura coreografía.
Todas las horas de convivencia en el estudio y la búsqueda neutral de la fisicalidad fue limpiando el significado de las acciones de toda carga o pretensión socio-política y permitió que riqueza expresiva y la variedad humana emergieran.
El campo de la danza se reveló como el más adecuado para este tipo de trabajo. Es un área que durante mucho tiempo ha llevado la bandera de la búsqueda de la autenticidad física y lo genuino del lenguaje del movimiento, pues requiere en su práctica, combinar cuerpos diferentes y exponer la naturaleza de las cosas.
No soy ajeno a esta persecución. Desde la infancia, investigué con mi madre como encontrar soluciones de movimiento para las diferentes situaciones de la vida: pasar de una silla a otra, levantarse del suelo y organizar el cuerpo para realizar tareas simples. La búsqueda del equilibrio era parte de nuestro día a día y estábamos ocupados en adaptar el mundo a las necesidades de mi madre
Cuando una persona con discapacidad tiene que realizar una tarea cotidiana en el espacio público, como ir de compras al supermercado, tiene que hacer frente a limitaciones que le obligan a enfocar su intención, agudizar la presencia para lograr mayor precisión, todo lo cual es el sustrato (fundamento ) de la interpretación escénica. Esta comprensión, que había empezado a brotar en mi infancia, es mi coreografía, mi historia
Shape on us es una composición para diez personas con una maravillosa variedad física. El proyecto me permite crear un mundo invertido, uno que se ajusta y se pre-construye para cada uno de nosotros. Un mundo que al abrir el telón, invita al espectador a mirar con curiosidad y sin culpa al cuerpo, al movimiento y al espacio entre nosotros.
DIRECTION AND CHOREOGRAPHY:
Sharon Fridman
ARTISTIC CONSULTANT:
Noa Vertheim
ORIGINAL MUSIC:
Noam Helfer
clothing, dressing:
«mizo», inbal ben zaken
Sound and lighting Designer:
Dani Fishof
Sharon Fridman
Production Manager:
tamar mayzlish
Stills and Video Photography:
Ran yehezkel
DANCERS CO-CREATIVE:
Inbal aloni, tomer navot, grisha lev, noam ben Israel, tav tzfania, shira ben uriel, gili hanaor, amir bartura, itamar beck, meitali aharoni, nili broyer, Shmuel dvir cohen.